Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). (Foto: fuente externa)
EL NUEVO DIARIO, CARACAS. – La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) se solidarizó este lunes con el Gobierno de Cuba ante las recientes manifestaciones ciudadanas, que el grupo de países ve como un intento de desestabilización promovido por «agentes externos», entre los que mencionó a Estados Unidos.
En un comunicado, la ALBA rechazó «los intentos de desestabilización provenientes de agentes externos que solo buscan romper con el orden interno de esa nación», y ratificó su «firme solidaridad con el Gobierno y el pueblo» de Cuba.
«EE.UU. insiste en sus intentos por provocar un estallido social, reforzando el cerco económico, saboteando la capacidad del Estado para responder a los requerimientos de la población, incitando a la desestabilización mediante plataformas tóxicas y promoviendo una campaña difamatoria contra Cuba», dice el texto.
Además, la alianza -conformada por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica y Santa Lucía- rechazó la «permanente hostilidad, incitación a la subversión e injerencia de los EE.UU.» sobre esta isla.
El grupo cree que Washington está «aprovechando de manera oportunista la difícil coyuntura económica por la que transita» Cuba, que en los últimos días ha registrado «expresiones ciudadanas de inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos».
«Apoyamos su legítima denuncia contra las campañas enemigas, así como reconocemos sus incansables esfuerzos para superar todas las dificultades, consecuencia del brutal e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno estadounidense», dice el escrito, en respaldo a la Administración de Miguel Díaz-Canel.
La de este domingo fue una de las mayores jornadas de manifestaciones antigubernamentales registradas en Cuba desde el 11 de julio de 2021.
Cuba lleva más de tres años sumida en una grave crisis económica con escasez de básicos (alimentos, medicinas y combustible), inflación galopante, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización, lo que ha provocado una migración sin precedentes y un fuerte descontento social.
Los apagones se han agravado en los dos últimos meses por averías en las obsoletas centrales de factura soviética y la falta de combustible, con tasas de cortes eléctricos de hasta el 45 % en los momentos de mayor demanda. Estas fallas suman más de 10 horas al día en muchas provincias del país.
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