Emilio Bonifacio es felicitado por sus compañeros en la Serie del Caribe.
EL NUEVO DIARIO, MIAMI – Para que la República Dominicana llegara el viernes a 200 victorias en sus participaciones en la Serie del Caribe desde 1970, se requirió de una combinación de juventud en la cueva (Gilbert Gómez) y veteranía en el terreno (Emilio Bonifacio). Los Tigres del Licey, máximos ganadores del torneo con 11 campeonatos, sufrieron pero al final vencieron 5-4 a los Gigantes de Rivas (Nicaragua) en el loanDepot park de Miami, gracias a una reacción ofensiva entre la séptima y la octava entradas.
“Conseguimos el hit oportuno que nos estaba faltando en el primer partido (ante Venezuela el jueves)”, dijo Gómez, de apenas 31 años y quien tomó las riendas del Licey a mediados de diciembre ante el despido de José Offerman. “Seguimos peleando, seguimos haciendo la amenaza y pudimos capitalizar para lograr la victoria”.
Efectivamente, a punto de caer a 0-2 en la ronda clasificatoria del torneo, los Tigres anotaron una carrera en el séptimo episodio y dos en el octavo, siendo un triple remolcador de Bonifacio, capitán del equipo azul, uno de los batazos claves de la reacción. A sus 38 años de edad, Bonifacio lleva desde la década de los 2000 – cuando su dirigente era apenas un adolescente – brillando con el Licey, formando en aquel entonces el trío de “Los Menores” con Anderson Hernández y Erick Aybar. El oriundo de Santo Domingo sigue al frente del club, tratando de ayudarlo a conquistar su segundo Clásico Caribeño en forma consecutiva.
“Realmente Emilio es el catalizador de nosotros”, dijo Gómez, quien después de dirigir a los Port St. Lucie Mets en el 2023, ascenderá a la sucursal de Brooklyn (Clase-A Alta) para la venidera temporada. “Es uno de los líderes, no solamente con su voz, sino también con sus acciones. Agradecido de que Emilio sea parte de nosotros. Verlo todos los días es un privilegio”.
De su parte, Bonifacio – siempre de pocas palabras – resumió lo hecho el viernes de la siguiente manera:
“Es cuestión de seguir haciendo lo que he venido haciendo, llegar a base”.
Antes, había expresado su satisfacción de jugar en esta Serie del Caribe en la sede de los Marlins que él mismo ayudó a inaugurar en el 2012, cuando aún jugaba con los Peces.
“Tuve sentimientos encontrados, después de 12 años volver a este estadio”, dijo Bonifacio, quien estuvo con los Marlins del 2009 al 2012, como parte de una carrera de 12 campañas en Grandes Ligas.
Ahora, con un respiro al llegar al sábado con marca de 1-1, la representación de la República Dominicana tendrá de frente una prueba bien fuerte: Los Criollos de Caguas de Puerto Rico, ante uno de los públicos más grandes que se espera de este torneo en el estadio miamense.
“Es un espectáculo”, manifestó al respecto Gómez, quien se irá en el montículo con otro veterano venerado del Licey, el derecho César Valdez. “Sé que los jugadores de ambos equipos estarán listos para montar ese espectáculo. Lo que se espera ahí es un béisbol aguerrido y va a ganar el equipo que mejor ejecute”.
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