Sandy Alcántara.
EL NUEVO DIARIO, MIAMI – Dos nombres grandes brillaron por su ausencia el jueves, cuando los Marlins se reunieron con los medios en el loanDepot park: El as dominicano Sandy Alcantara y el cañonero cubano Jorge Soler.
Alcántara se asomó durante una pausa en sus entrenamientos, pero Soler sigue probando suerte en el mercado de agentes libres. La novena de Miami estará sin Alcántara durante toda la temporada del 2024 mientras el derecho se recupera de una cirugía Tommy John.
El que los Marlins regresen a los playoffs en el 2024 dependerá de si logran o no llenar los huecos que dejó ese dúo. Incluso en una campaña por debajo de sus altos estándares, Alcántara quedó empatado con su compañero de equipo Braxton Garrett en el 15to lugar en fWAR entre los lanzadores de la Liga Nacional. De su parte, Soler terminó décimo entre los bateadores del Viejo Circuito en slugging (.512) y sus 36 jonrones representaron el 22 por ciento del total de los vuelacercas de Miami.
«Creo que tenemos muchas posibilidades de crecer como equipo», dijo Josh Bell, quien ejerció su opción de jugador para el 2024 a principios del invierno. «Si cada persona mejora un poco en lo que ya es realmente bueno… obviamente, esperamos que [Luis] Arráez batee al menos .300, ¿verdad? Que jugadores como Jazz [Chisholm Jr.] sigan siendo eléctricos. Tener mejorías de gente como [Jesús] Luzardo y Braxton y [Jesús Sánchez], que regresa.
«Creo que tenemos una oportunidad increíble de seguir siendo ese equipo a vencer, de mantener los partidos cerrados y repuntar tarde, tener el plan de juego indicado para cada abridor y establecer ventajas tempranas. Entonces, esperamos que si vamos en la dirección correcta este año, podamos llegar al receso del Juego de Estrellas, llegar a la Fecha Límite de Cambios y hacer movimientos que ayuden a este equipo».
Fuera de Alcántara y Soler, casi todos los integrantes del equipo del 2023 están de regreso. Además, los Marlins pueden anticipar temporadas completas de los bateadores de la parte gruesa del orden ofensivo, Bell y Jake Burger, que fueron adquisiciones en la Fecha Límite de Cambios. Aunque Bell tuvo dificultades con Cleveland, empalmó 11 cuadrangulares y registró OPS de .818 por Miami. Burger redujo su tasa de ponches con los Marlins, bateando .303 con nueve cuadrangulares y un OPS de .860.
Luego está la esperanza, como señaló Bell, de que los jugadores con menos experiencia continúen desarrollándose.
El dominicano Bryan de la Cruz, por ejemplo, terminó con 19 bambinazos para quedar empatado en el segundo lugar en el equipo detrás de Soler. También encabezó el equipo con 78 remolcadas y 153 partidos disputados, como titular en Grandes Ligas por primera vez. De la Cruz quisiera aumentar esos números a 25 bambinazos y 100 impulsadas.
«Mi poder es algo que estoy tratando de conocer un poco más, mi cuerpo», dijo De la Cruz. «Simplemente poder reconocer cuáles lanzamientos, dónde dar buenos swings, tener ese poder para poder sacarla del parque».
Miami tuvo una probadita de lo que es estar sin los servicios de Soler durante una serie de tres juegos en Washington a principios de septiembre, cuando los Marlins barrieron a los Nacionales con un marcador combinado de 25-14. Pero es muy diferente arreglárselas por un corto período de tiempo, comparado con toda una temporada.
«Obviamente, te lanzan un poco diferente cuando no está Soler, quien tiene el poder que tiene detrás de ti, pero se trata simplemente de salir y no tratar de hacer demasiado», dijo Burger, quien conectó dos cuadrangulares e impulsó tres carreras ese fin de semana. «Creo que eso es lo importante; no estás tratando de conectar un jonrón de cinco carreras. Sólo sé tú mismo. Si tienes que recibir un boleto, tienes que negociar un boleto».
Ése fue el mismo fin de semana en el que Alcántara experimentó molestias en el brazo derecho por primera vez. Miami tuvo récord de 14-11 el resto de la temporada, asegurando el segundo Comodín de la Liga Nacional. El desafío será reemplazar su carga de trabajo, tanto en cantidad como en calidad, a lo largo de una campaña de 162 juegos.
«Creo que simplemente confiar en nuestras rutinas, confiar en todo el trabajo que hemos realizado», dijo Garrett, quien lanzó 159.2 entradas en el 2023 y quisiera llegar a 180-200 en el 2024. «Entreno con Jesús en la temporada baja, así que puedo ver el arduo trabajo que realiza, y también simplemente el ejemplo que Sandy ha puesto año tras año. Podemos ver lo duro que trabaja y sabemos lo que se requiere. Aunque no esté aquí, ha puesto ese ejemplo que podemos seguir; quizás no imitar y no ponernos quizás tan alto estándar, sino simplemente tratar de tener esa misma mentalidad para intentar tomar la bola y darle a nuestro equipo cada inning que podamos».
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