Jue. Dic 26th, 2024

El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió unidad a los franceses en torno a sus valores de universalismo y de tolerancia frente a lo que llama «la insoportable resurgencia de un antisemitismo desenfrenado» con el inicio de la guerra desencadenada por los ataques de Hamás en Israel del 7 de octubre.

En vísperas de una manifestación convocada en París por los presidentes de las dos cámaras parlamentarias en respuesta a la escalada de actos antisemitas en Francia desde ese día, el presidente francés publicó una carta en la página web de Le Parisien para apoyar esa iniciativa y explicar su posición.

A su juicio, esa marcha y otras que se han convocado en diferentes partes del país también este domingo «contra el antisemitismo, por la liberación de los rehenes (en manos de Hamás) y por la paz», constituyen «un motivo de esperanza» porque responden a «la esencia misma del proyecto francés», el rechazo del sectarismo y «la defensa del universalismo».

Macron afirma que en ese camino «nada debe dividirnos. Francia debe seguir unida detrás de sus valores, su universalismo, unida por sí misma» pero también para «trabajar por la paz y la seguridad de todos en Oriente Medio».

Una forma a su vez de justificar su posición en el conflicto, que pasa en primer lugar porque tras el «ataque terrorista» de Hamás, Israel «tiene derecho a defenderse» para dejar fuera de juego a esa organización, y eso tiene que ir acompañado de «la reanudación de un diálogo político», así como de la protección de los civiles y de los rehenes.

Porque dice que unos y otros no tienen que «pagar con su vida la locura sanguinaria de los terroristas».

Pero el principal centro de atención de su carta es lo que percibe como un riesgo de división y de transposición del conflicto de Oriente Medio a Francia, que tiene la mayor comunidad judía de Europa (unas 500.000 personas), pero también varios millones de musulmanes.

Macron hace notar que desde el 7 de octubre se han registrado en Francia tres veces más actos antisemitas que en todo el pasado año y que la consecuencia es que los judíos franceses sienten «una legítima angustia» que hace resurgir sentimientos del pasado, en clara alusión en particular a las persecuciones de las que fueron objeto durante la Segunda Guerra Mundial.

Frente a eso pone el acento en que la respuesta ha venido tanto de las fuerzas del orden, que han llevado a cabo cientos de detenciones de los presuntos autores de esos actos, y se han lanzado decenas de procedimientos judiciales porque «no debe haber tolerancia con lo intolerable».

Sobre todo, insiste en que «esta lucha contra el antisemitismo nunca debe dividirnos ni llevar nunca a que unos compatriotas se opongan a otros compatriotas» porque en la historia de Francia «el antisemitismo siempre fue el preludio de otros odios y del racismo».

Si para el presidente francés el objetivo de los terroristas es crear fracturas «para alimentar los enfrentamientos y el caos», los franceses no deben caer en «esa trampa».

En nombre del universalismo, de los derechos humanos y del principio de que todas las vidas valen lo mismo, su posición tiene que ser «la justicia, la paz y la seguridad para el pueblo de Israel, para el pueblo palestino y para los Estados de la región». Y por encima de todo, «la unidad de los franceses».

Macron ha dicho que no asistirá a la manifestación de este domingo por el papel institucional que desempeña, pero que estará en el pensamiento con los participantes.



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