Si Juan Soto les brindara a los Yankees su temporada del 2023 en el 2024, eso sería suficiente.
Estaríamos hablando de más de 30 jonrones, más de 100 carreras impulsadas y un OPS bien por encima de .900. Y eso es simplemente una campaña normal de Juan Soto: Sus números lucen así casi todos los años. Sería una campaña a nivel de un JMV. Y con un poco de suerte, Aaron Judge también tendría una de ésas.
Pero, ¿qué pasa si Soto les da a los Yankees su temporada del 2020, pero a lo largo de 162 juegos?
Ese año, por si lo olvidaste, Soto lideró la liga en cada categoría de la tradicional “línea”: Promedio de bateo de .351, porcentaje de embasarse de .490, slugging de .695 y OPS de 1.185. Fue una campaña de 60 partidos, por supuesto, pero aquí está la cosa: Ese tipo de año no está fuera del alcance para Soto en Nueva York.
Así, puede lograr esos números a lo largo de una temporada completa. Y un consejo: NO es tratando de batear todo por encima de la pared del jardín derecho del Yankee Stadium, a 314 pies del home.
Soto ya lo sabe. Lo dijo durante su rueda de prensa de presentación: “Todos sabemos que hay un porche muy corto allí, y eso debe estar en tu mente. Pero definitivamente, voy a tratar de mantener la misma mentalidad que he tenido hasta ahora. Eso es lo que me ha llevado hasta donde estoy ahora, así que no hay razón para cambiar nada”.
Soto mantendrá la misma disciplina y enfoque de utilizar todo el terreno con los Yankees, que siempre ha sido la base de su potencial de Salón de la Fama. Y las primeras proyecciones para el 2024 ya hacen pensar que Soto está a punto de hacer algo especial en Nueva York. Steamer proyecta que Soto tendrá el mejor año de su carrera en los Yankees — incluyendo 38 vuelacercas, 108 empujadas y OPS de .983 — y que será el mejor bateador de las Grandes Ligas, con un wRC+ de 170.
Pero si agrega estos tres pequeños ajustes a esa base — y son cosas que ha hecho en campañas anteriores sin comprometer su identidad como toletero – el 2024 podría ser aun más monstruoso para él.
1) Atacar la zona
Soto no es el mismo tipo de bateador que Corey Seager o Freddie Freeman. Pero podría tomar un poco de inspiración de sus colegas zurdos y su estilo de “disciplina agresiva”, en la que los bateadores permanecen agresivos en la zona de strike contra los lanzamientos ante los que pueden causar daño, pero se vuelven más disciplinados a medida que se alejan del centro de la zona.
Soto se ubica mucho más hacia el extremo “disciplinado” del espectro que “agresivo”, pero es capaz de mantener un equilibrio élite. Lo demostró en el 2020. Pero en las últimas campañas con los Padres, se volvió más radical en su enfoque paciente.
Aunque Soto siempre tiene una de las tasas de swings a pitcheos fuera de la zona más bajas en el béisbol, razón por la cual siempre encabeza la liga en boletos, viene haciendo swings a menos lanzamientos en strike de lo que solía hacer con los Nacionales.
Tasa de swings de Soto dentro de la zona, por temporada
2018: 61%
2019: 67%
2020: 61%
2021: 60%
2022: 56%
2023: 58%
Con los Nacionales (2018-2021): 63%
Con los Padres (2022-2023): 57%
Para demostrar el impacto de esa tendencia de Soto con los Nacionales frente a la versión de Soto con los Padres, podemos utilizar la métrica de valor de carreras bateando de Statcast, que toma el resultado de cada lanzamiento que un bateador ve y suma el valor ofensivo que ha creado para su equipo. Así es cómo cambió el valor de Soto ante los lanzamientos en el centro de la zona de strike desde el 2020 y el 2021 con los Nacionales al 2022 y 2023 con los Padres, incluso mientras su valor ante lanzamientos fuera de la zona buena se mantenía igual.
Valor de carreras de Soto, centro de la zona vs. pitcheos en bola
2020-2021: +12 carreras – centro | +45 carreras — swings a pitcheos en bola
2022-2023: -8 carreras — centro | +68 carreras — swings a pitcheos en bola
Centro: Más del ancho de una pelota dentro de la zona de strike
Swings a pitcheos en bola: Más del ancho de una pelota fuera de la zona de strike
Al dejar pasar esos pocos lanzamientos adicionales en la zona, tal vez Soto esté dejando ir algunos hits, extrabases e incluso algunos cuadrangulares. Ahí es donde podría seguir el ejemplo de Seager y Freeman.
Eso no es un cambio completo de uno de los enfoques más grandes en el béisbol moderno; es simplemente volver a lo que Soto venía haciendo durante sus temporadas destacadas con los Nacionales en el 2020 y el 2021. Sus totales de bases por bolas todavía superaban ampliamente sus ponches en esos años; Soto simplemente agregaba más producción dentro de la zona de strike, además de su disciplina en el plato.
2) Encontrar el punto óptimo
Ahora veamos el tipo de contacto que hace Soto. La calidad subyacente de sus batazos siempre está entre la élite, en cualquier forma que desees medirla: Velocidad de salida, batazos fuertes, macetazos, promedio de bateo y slugging esperado… puedes elegir.
Excepto de una manera: El lugar óptimo de ángulo de despegue. Statcast lo define como cualquier bola golpeada entre 8 y 32 grados al salir disparada del bate, porque abarca tanto las líneas que son más propensas a ser hits, como los elevados que son más propensos a ser jonrones.
Soto golpea la pelota fuerte, pero una cantidad sorprendentemente baja de su contacto son esas líneas y elevados en el lugar óptimo. Su tasa de bolas golpeadas fuertemente en el 2023 fue del 55%, ubicándose entre el 1% superior de los bateadores de MLB; su tasa de lugar óptimo de impacto fue ligeramente inferior al 29%, ubicándose en el 5% inferior de los toleteros.
Similar a la tendencia de Soto de swings dentro de la zona de strike, su tasa de pelotas bateadas en el lugar óptimo fue más alta con los Nacionales que con los Padres. Pero eso también significa que, al igual que con su tasa de swings dentro de la zona, Soto también es más que capaz de devolver sus conexiones al rango ideal.
Ahora bien, parte de la baja tasa de lugar óptimo de Soto se debe probablemente a su swing de plano nivelado, que le ayuda a competir incluso contra los mejores lanzadores y artistas del ponche de MLB. Pero que también puede generar muchos rodados.
Pero la tasa de lugar óptimo de Soto solía ser sólida, incluso con la trayectoria de su swing. En el 2019, por ejemplo, puso un récord personal del 36%, ubicándose en el tercio superior de las Grandes Ligas. En del 2020, fue del 33%, aún cerca del promedio de la liga.
Entonces, él también puede recuperar eso. Una tasa de lugar óptimo más alta podría estar incluso relacionada con una tasa de swing dentro de la zona de strike más elevada, ya que atacar más lanzamientos bateables naturalmente lleva a un contacto más productivo. Y Soto ya parte de una base más alta, en cuanto a calidad de contacto se refiere, que casi todos los bateadores.
3) Recuperar los bordes
La característica distintiva de Soto es que domina la zona de strike. Puede tener los turnos al bate más consistentemente competitivos de cualquier bateador en el béisbol. Y es uno de los cañoneros más difíciles de ponchar, especialmente cuando tiene dos strikes en su cuenta.
Pero necesita recuperar los bordes, esos lanzamientos en el límite que pueden determinar un turno al bate. Ahí, el bateador tiene que decidir: Strike o bola, swing o dejarla pasar.
Statcast clasifica cualquier lanzamiento que esté sobre el límite de la zona de strike, pero no más adentro o afuera de la misma que el ancho de una pelota, como un pitcheo que está “en los bordes”. Idealmente, quieres un bateador que pueda abstenerse de tirarles a los lanzamientos en los bordes que estén fuera de la zona y que batalle con los pitcheos en los bordes que estén dentro de la misma.
Soto suele ser un genio identificando cuál es cuál. Pero en las últimas temporadas, ha perdido un poco de su tino en ese aspecto.
Con los Nacionales, Soto hizo swing a más del 53% de los lanzamientos en los bordes de la zona de strike en general, y en más del 80% de los que vio con dos strikes. Con los Padres, su tasa de swing cayó a menos del 47% contra todos los envíos en los bordes de la zona, y menos del 70% con dos strikes.
En el 2023, hizo swing al 46% de los pitcheos en los bordes de la zona de strike en general, el mínimo de su carrera, y en un 66% con dos strikes. Eso significa algunos ponches adicionales que no solían estar allí y algunas batallas menos ganadas contra el lanzador.
El Soto al que nos acostumbramos con los Nacionales era un maestro de los bordes. Puede reclamar ese título, junto con todo lo demás.
Volvamos específicamente a aquella campaña del 2020, ya que es a eso a lo que aspiramos para Soto en un año completo con los Yankees. Fue el más equilibrado de la carrera de Soto.
Soto ha sido así de valioso en cada región de la zona de bateo, desde el centro del plato hasta los bordes, pasando por los lanzamientos fuera de la zona y los extremadamente fuera de la zona, y cómo se extrapolaría eso a una campaña de 162 juegos.
Valor en carreras de Soto por zona en el 2020
(Extrapolado además para una temporada de 162 partidos)
Centro: +5 ➡️ +14 en una campaña completa
Bordes: +6 ➡️ +16 en una campaña completa
Swings a pitcheos malos: +9 ➡️ +24 en una campaña completa
Swings a pitcheos muy malos: +6 ➡️ +16 en una campaña completa
Total: +25 ➡️ +68 en una campaña completa
El valor más alto de Soto en bateo para una temporada completa es su +57 carreras creadas en 2021. Si supera las +60 rayitas, lo cual está dentro de sus capacidades, se colocaría en el territorio de “bateador más valioso de las Grandes Ligas”. Y eso es exactamente lo que los Yankees podrían obtener.