EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK.-Las mujeres que diseñan para otras mujeres son las protagonistas de ‘Women Dressing Women’, la nueva exposición del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MET), que reivindica el papel de la mujer diseñadora y profundiza en el impacto que ha tenido en la moda desde el siglo XX hasta la actualidad.
En esta muestra, que estará abierta al público desde este jueves hasta el 3 de marzo, el museo visibiliza el trabajo de las diseñadoras y pone en valor su diversidad a través de ochenta piezas de más de setenta modistas.
«La exposición nació con un espíritu de reconocimiento, más que para ver contrastes o encontrar similitudes. Esperamos que los espectadores se lleven a casa la pluralidad de enfoques conceptuales y las voces distintivas que las mujeres aportan a este campo», explicó a los medios Mellissa Huber, conservadora asociada del Met Costume Institute, la colección de moda del museo.
Huber destacó además que la exposición aspira a derribar los estereotipos que rodean a las modistas, compartiendo «la gama, el eclecticismo, la creatividad y la perspicacia empresarial» que las mujeres representan «a través de sus logros y modas».
Del mismo modo, el MET trata de reflejar la forma en que la industria ha funcionado como un «poderoso vehículo» para la «autonomía económica, social y creativa» de las mujeres, tal y como explicó a los medios la propia Huber.
La exposición, dividida en cuatro etapas (Anonimato, Visibilidad, Agencia y Ausencia), hace un recorrido por los inicios de la mujer diseñadora (cuando la industria estaba dominada por los hombres), y su situación actual, exponiendo el trabajo tanto de diseñadoras emblemáticas como de modistas menos conocidas.
El espectador podrá apreciar de cerca vestidos de Chanel, Schiaparelli o Vivienne Westwood, y también verá prendas únicas como un traje repleto de rostros del dictador de China Mao Zedong, diseñado por Jasmin Søe, o un traje de Colina Strada hecho para una mujer en silla de ruedas.
Max Hollein, director y CEO del museo, declaró a la agencia EFE que, para él, lo más especial de la exposición es «conocer los trabajos de las primeras diseñadoras, de las que ni siquiera sabemos el nombre, pues no obtuvieron el reconocimiento que merecían».
Tal y como explicó a Mellisa Huber, algunas de las prendas han sido compradas por el museo, pero otras proceden de donaciones de coleccionistas, entre los que destaca Sandy Schreier, que donó al museo doce piezas y que estuvo presente en la inauguración de la muestra.