EL NUEVO DIARIO, BRUSELAS.- Los ministros de Exteriores de la OTAN reafirmarán en su reunión de mañana y el miércoles en Bruselas su apoyo a largo plazo a Ucrania para defenderse de la agresión rusa, y abordarán también las relaciones con la vecindad sur, con especial preocupación por la guerra de Gaza entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
Los jefes de la diplomacia de los países aliados dedicarán su primera sesión de trabajo del martes a la preparación de la cumbre del 75º aniversario de la OTAN en julio de 2024 en Washington, con el apoyo a Ucrania, la vecindad sur, el reto de China y el gasto en defensa como principales temas.
La OTAN como organización no suministra material militar letal a Ucrania, pero sí ayuda a reformar su sector de seguridad y a alinearse con los estándares de la Alianza Atlántica.
«Reafirmaremos el apoyo a largo plazo de la OTAN» a Ucrania, declaró el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa previa al encuentro ministerial, en el que esperó, además, que se acuerden “recomendaciones para las reformas prioritarias de Ucrania», mientras siguen «apoyando a Kiev en su camino hacia la adhesión a la OTAN».
Sobre la situación en el campo de batalla en Ucrania, el político subrayó que lo que ven «son intensos combates”, pese a que la línea del frente “no se ha desplazado de forma significativa”, y que Kiev está «infligiendo grandes pérdidas a Rusia”, que ahora es “más débil política, económica y militarmente”.
Recalcó que Ucrania ha reconquistado el 50 % del territorio del que Rusia se había apoderado y ha «prevalecido como nación soberana e independiente”, lo que supone “una gran victoria” para el país.
Stoltenberg dijo que en las últimas semanas Moscú ha facilitado la llegada de migrantes a la frontera de Finlandia con Rusia, “utilizando la migración como herramienta para presionar a un vecino y aliado de la OTAN”.
Desde la Alianza Atlántica mantienen que Ucrania sigue siendo una “prioridad” y descartan que la guerra de Gaza robe protagonismo al apoyo a Kiev.
Stoltenberg pidió, en cualquier caso, la prolongación de la interrupción de los combates en la Franja, lo que “permitiría el alivio que tanto necesita la población de Gaza y la liberación de más rehenes», e instó igualmente a Irán a “frenar a sus representantes” tras una serie de ataques contra fuerzas estadounidenses en Irak y Siria.
Sobre las relaciones con los países de la vecindad sur, los ministros esperan que esté listo para su reunión en abril próximo el informe específico que prepara un grupo de expertos.
España, que siempre ha insistido en la necesidad de atender al flanco sur, confía en que trate cuestiones como el diálogo político, la diplomacia dirigida a la opinión pública de esos países y el desarrollo de asociaciones de seguridad y defensa, indicaron fuentes diplomáticas.
El miércoles, se celebrará el primer Consejo OTAN-Ucrania entre ministros de Exteriores, con la participación del titular ucraniano, Dmitro Kuleba.
Turquía y Hungría siguen sin ratificar la adhesión de Suecia a la OTAN, por lo que Estocolmo participará en la reunión aliada de esta semana sin ser aún un Estado miembro de pleno derecho.
Stoltenberg dijo que cuenta con Ankara y Budapest para que completen el proceso de ratificación «lo antes posible». «Ha llegado el momento», aseveró.
El subsecretario de la Oficina de Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado estadounidense, James O’Brien, recalcó en otra rueda de prensa que no hay «beneficio» en retrasar el ingreso sueco.
Del aumento de las exportaciones de bienes turcos vinculados al ámbito militar a Rusia, dijo que Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y los países del G7 «han dejado claro que no quieren que ningún socio clave se convierta en un lugar donde las sanciones (a Rusia) se eluden».
Agregó que Ankara ha realizado reformas para dificultar que «ciertos bienes transiten por Turquía, especialmente, desde Estados Unidos», pero aseguró que «obviamente, hay más por hacer».