Los jugadores del Arsenal celebran uno de los goles contra el West Ham. EFE
EL NUEVO DIARIO, MADRID.- Ganadores el Liverpool y el Manchester City antes, el Arsenal replicó con toda la ambición y la contundencia que exige su merecida condición de aspirante a la ‘Premier League’, con una exhibición poderosa sobre el West Ham, al que devoró con cuatro goles del minuto 32 al 47, agrandados hasta el 0-6 en el segundo tiempo.
Bukayo Saka, autor de dos goles, fue imparable; Declan Rice, protagonista del 0-6 y pasador del 0-1 y del 0-3, rozó la perfección; Saliba y Gabriel Magalhaes, los dos centrales, ambos goleadores este domingo, apenas sintieron inquietud en su misión esencial y David Raya fue un espectador más en la portería visitante hasta el minuto 82. La única vez que le tiraron.
Lo necesitaba el bloque de Mikel Arteta, repuesto como visitante (había ganado en una de sus cuatro salidas más recientes, antes de este domingo), desquitado contra su oponente (lo había ganado en los dos enfrentamientos anteriores de este curso), ganador de cuatro duelos seguidos en el inicio de un año por primera vez desde 1935 y, sobre todo, al acecho del liderato del Liverpool, a dos puntos. El Arsenal es tercero. El Manchester City, segundo.
Un 0-6 inasumible en un derbi para un sector amplio de la hinchada local. Una cantidad expresiva de aficionados tomó rumbo a la salida del estadio para ‘huir’ de un resultado tan sonrojante, ya con el 0-4 al descanso. La imagen del encuentro en el Olímpico de Londres, que se despobló. Aún quedó mucha gente para digerir en vivo la irremediable derrota.
Más que sorprendente el resultado, más que imprevista la diferencia, no lo fue el punto de partida del duelo, tan definido, dentro de los parámetros esperados, en el estilo que marcan dos conceptos diferentes del fútbol, confrontados durante media hora.
Porque el West Ham generalmente es un rival estresante. También lo fue este domingo hasta su caída estrepitosa que pone todo en duda en el club. En la concentración de futbolistas en torno a su territorio más preciado, la portería propia, la dificultad para sobrepasar un muro tan compacto supone un ejercicio de precisión, desborde y, sobre todo, paciencia, más aún cuando Areola respondió como lo hizo a la volea de Leandro Trossard.
Una parada increíble con la que voló para retener el 0-0 en el minuto 22, frente a la ofensiva del Arsenal, metro a metro, instante a instante, insistente una y otra vez, para trasladar toda la acción al área local, sin posibilidad tampoco de descuidarse en su defensa, por más que cada salida del West Ham ya era entonces una aventura inhóspita, sin apenas tino.
Hasta que el Arsenal lo destrozó. El punto de inflexión fue el 0-1. Rompió el encuentro superada la media hora. Un saque de esquina lanzado por Declan Rice, contra el equipo del que fue traspasado este verano por 116 millones de euros, marcó el camino. El cabezazo de Saliba en el segundo palo, inalcanzable en el salto y en la pugna con Edson Álvarez (cambiado al descanso por Kalvin Phillips), remató la acción para batir a Areola y crear otro partido completamente distinto. Hasta imprevisto. Muy dañino para el bloque local.
Cuando hay espacios, Bukayo Saka es imparable. Se siente en un paraíso. Primero perdonó en un fallido cabezazo. Después, no logró compañero cuando picó el balón ante el portero. Y luego, ya en el minuto 38, apenas seis después del 0-1, corrió a la espalda de la defensa del West Ham para alcanzar el centro de Trossard. Lo derribó Areola. Un penalti claro que sólo admitió duda desde la posición de partida del extremo. El VAR confirmó la legalidad.
El propio Saka lanzó el penalti con acierto, al lado contrario de la estirada de Areola. Su duodécimo tanto, aparte de once pases de gol, en esta temporada. El final del West Ham, sobrepasado en una secuencia nefasta hasta el descanso, cuando el Arsenal lo apabulló, lo goleó y lo noqueó incluso antes del intermedio, con dos golpes más casi consecutivos.
El 0-2 fue en el 41. El 0-3 de Gabriel Magalhaes, cabeceador de otro perfecto centro botado por Declan Rice a balón parado, fue en el 43. El 0-4, de Lenadro Trossard, con un derechazo dentro del área a la escuadra, fue a los dos minutos del tiempo añadido, aún en la primera parte, aún cuando el bloque local, seis partidos invicto en su casa hasta el golpetazo de este domingo, ni siquiera había asumido el segundo tanto. Cuando lo hizo, ya no había opción.
Trossard, fichado al Brighton por 24 millones de euros, ha sido titular en menos de la mitad de sus partidos con el Arsenal (24 de 50). Es un jugador necesario para Mikel Arteta. Ha marcado diez goles y ha dado otros doce. Promedia un gol o asistencia cada 98 minutos en la ‘Premier League’. Sólo lo hizo antes Thierry Henry en la historia del club: una cada 86.
No fue más allá el Arsenal porque Areola se lució a un nuevo remate de Saka. Aunque recibió seis goles, la peor goleada de su carrera y de sus 182 derrotas entre todos sus clubes y selecciones, el portero fue el mejor del West Ham, incapaz de oponerse a la hora de partido al 0-5 de Saka. La permisividad que disfrutó en el área fue inaudita.
No se quedó ahí aún el equipo de Arteta: Declan Rice firmó el 0-6 con un derechazo desde fuera del área. No lo celebró. Pidió perdón. Respeto para su ex equipo, instantes antes de irse cambiado entre aplausos. También se fue Saka. El trabajo estaba hecho. Ya le había marcado seis goles al Lens este curso (6-0) en la Liga de Campeones. Fue en su casa. Como visitante, no lo hacía desde 2021 al West Bromwich Albion. Quiere más el Arsenal.
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