Vladimir Guerrero Jr.
EL NUEVO DIARIO, NEW YORK.- Vladimir Guerrero Jr. salió del clubhouse con esa gran y brillante sonrisa, saludando a los de seguridad y al personal del equipo mientras gritaba por todo el complejo para que su intérprete se uniera a él frente a las cámaras. Todo se sentía inusualmente alegre, pero luego, cuando las cámaras empezaron a grabar, el rostro del dominicano Guerrero se endureció.
No, él y los Azulejos no habían llegado a un acuerdo para una extensión de contrato antes de su fecha límite, que era a las 9:00 p.m. ET del lunes por la noche. El teléfono sonó por última vez a las 10:30 p.m., pero no importaba. En lugar de celebrar una extensión que le brindaría a esta organización una estrella alrededor de la cual orbitar durante la próxima década, la mañana del martes trajo una nube de incertidumbre que se cernirá sobre esta organización durante los próximos nueve meses.
“Ellos expresaron lo que tenían. Expresé lo que tenía”, dijo Guerrero. “Estoy aquí y no llegamos a un acuerdo. Ahora, van a tener que competir con 29 equipos más”.
La parte divertida ha terminado. Éste no es el Guerrero que hemos llegado a conocer desde que firmó con la organización el 2 de julio del 2015, el prodigio de rostro juvenil que representaba la próxima gran esperanza para el béisbol en Toronto. Éste no es el Guerrero que convirtió a los lanzadores de liga menor en imágenes granulados. Éste no es el Guerrero que debutó en el 2019 o que casi gana el premio a Jugador Más Valioso en el 2021. Todos esos Vladdy ya no están. De hecho, están en riesgo de convertirse en recuerdos.
Esta versión de Vladdy es un hombre adulto que ahora se encuentra a la puerta de la realidad del negocio del béisbol. Una y otra vez, Guerrero quería dejar en claro algo mientras abordaba las negociaciones, de manera suave pero firme. Esto se trata simplemente del negocio, nada más.
“Quiero la ciudad. Quiero a los aficionados. Esto es difícil», manifestó Guerrero. «Pero al final del día, es un negocio. Haré lo que sea, todo lo que tenga que hacer para quedarme aquí con los Azulejos, porque me encanta estar aquí. Quiero estar aquí. Como digo, sin embargo, es un negocio y también quiero estar bien con eso”.
Durante casi una década, los aficionados de los Azulejos han tenido el privilegio de conocer a Guerrero sin la parte del negocio. A veces eso ha estado presente a la distancia, a través del arbitraje y las primeras conversaciones sobre una extensión, pero Guerrero ha lucido como un jugador que debe vestir el uniforme de los Azulejos para siempre. Es una superestrella que no sólo es querida por la afición, sino que también quiere estar en Toronto tanto como los aficionados quieren que él esté allí. Es el tipo de relación que los aficionados de los Azulejos siempre han querido.
Las dos partes nunca estuvieron cerca, según Guerrero, quien respondió con un simple y directo «no» al hacérsele la pregunta.
De su parte, el gerente general Ross Atkins no quiso tocar la palabra “cerca”, llamándola «una palabra demasiado grande para hablar específicamente sobre ella”.
El presidente del club, Mark Shapiro, fue mucho más directo.
Según Shapiro, no hay tal cosa como estar cerca. Un trato se hace o no se hace. Shapiro afirma que el club se permitió dejarse llevar por las emociones, incluso pasándose de lo que había planeado ofrecer debido a lo mucho que Guerrero les importa a los involucrados.
«A nivel personal, hay decepción, porque reconozco que es especial cuando tienes a un jugador que fue firmado, desarrollado (por la organización y luego) llegó a las Grandes Ligas y jugó toda su carrera con un solo equipo,» dijo Shapiro. «Pienso en jugadores como Derek Jeter, Cal Ripken Jr., Kirby Puckett y lo que puede significar ser un jugador de legado, un jugador franquicia. Eso fue — y es — nuestra esperanza para Vladdy”.
Atkins le hizo eco a lo expresado por Shapiro, pero Guerrero es claramente quien está al mando aquí. Hasta ahora, ha hecho un excelente trabajo.
Este plazo se estableció no sólo para darle a Guerrero algo de tranquilidad, sino también para mantener esta nube alejada de sus compañeros de equipo. Es cierto que tanto Guerrero como sus compañeros seguirán siendo cuestionados sobre este mismo tema innumerables veces a medida que avance la campaña del 2025, pero ahora pueden señalar la fecha límite de Guerrero y su preferencia, que él compartió claramente el martes, de no volver a hablar de esto.
Los Azulejos tendrán otra oportunidad (de firmar a Guerrero) en la agencia libre, claro. Esta organización ha estado persiguiendo a superestrellas desde Shohei Ohtani hasta el dominicnao Juan Soto, Roki Sasaki y más. Vladimir Guerrero Jr. ha estado justo frente a ellos todo el tiempo y si se va, esta organización podría pasar años tratando de encontrarlo de nuevo.
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