Manuel Salazar, secretario general del Partido Comunista del Trabajo.
POR NELSON MARTE
(ESPECIAL PARA EL NUEVO DIARIO)
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Estamos ante una de las más profundas caídas del pensamiento de izquierda y del progresismo, mientras se produce un firme ascenso de líderes y gobiernos de derecha y ultraderecha.
En República Dominicana, con una izquierda de viejo anquilosada, hay quienes sostienen que Manuel Salazar es uno de los escasos pensadores lúcidos con que cuenta ese litoral político.
Para entender la debacle de las izquierdas aquí y acullá, conversamos con Manuel, secretario general del Partido Comunista del Trabajo, economista, Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas; Maestría en Gobierno y Desarrollo Local; ferviente municipalista, que gusta ir al cine de palomitas de maíz y vino desde Sosúa con la ilusión de volver como profesor de matemáticas.
-Señor Almánzar, hay quienes afirman que la derecha está ganando la batalla por los corazones y las mentes de la gente.
De ahí el ruidoso regreso al poder de Donald Trump; el ascenso de Milei en Argentina; el prestigio de Duquele en El Salvador; y avances de las derechas en Italia, España, Francia y otras zonas…
-Ciertamente hay un proceso de derechización en todo el mundo, y también aquí, un proceso que no inició ayer ni anteayer sino desde que surgió con la ola neoliberal, cuando el mercado se convierte en organizador de la sociedad y el estado pierde la batalla por la gestión en el terreno de la economía, lo material, pero también en el terreno de las ideas, de los valores.
Fue la época en que vimos surgir los liderazgos de Margaret Thatcher, en Inglaterra, Ronald Reagan en Estados Unidos y otros cuya influencia contribuyó a revertir avances hasta entonces logrados por los trabajadores y los sectores populares.
Manuel Salazar durante la entrevista con el periodista Nelson Marte, en las instalaciones de El Nuevo Diario.
Los referentes
Salazar asiente, pero no me acompaña en el análisis, cuando le apunto como parte del problema el derrumbe de China y Rusia, que de referentes de izquierda devinieron el primero en un capitalismo de estado que usa su poder económico para generar dependencia de otros pueblos, y el segundo en una potencia imperial que impone militarmente sus designios en países como Ucrania, Siria, donde sustentaba a un gobierno retrógrada, e interviene también en países de áfrica.
-Otros factores decadentes que no podemos ignorar, Manuel, ha sido la incapacidad de la revolución cubana para convertirse en ejemplo de desarrollo integral; la represión del tiranuelo de Ortega y su mujer en Nicaragua; o el tollo del chavismo en Venezuela.
En un silencio obviamente autocrítico, Salazar me escucha decir que no se puede hablar hoy de que se trabaja para la felicidad de los pueblos si se les conculcan sus derechos y libertades y si no se promueve su desarrollo integral
-En las elecciones de mayo Opción Democrática, el Frente Amplio y Patria Para todos obtuvieron 0.58%; 0.14% y 0.06%, menos del 1% de los votos entre los tres, en el nivel presidencial.
Dado que actualmente no hay otra vía que la electoral para subir la escalera hacia el poder estatal y mejorar la calidad de vida de los pueblos ¿qué puede hacer la izquierda para revertir su situación?
-Lo primero que debo puntualizar es que el pensamiento de izquierda no es monopolio de los partidos que nos identificamos como tales, yo diría que existe un alto porcentaje de dominicanos y dominicanas que tienen pensamiento de izquierda, que son progresistas, pero que no militan en partido alguno.
Manuel Salazar, un dirigente de izquierda, economista y con Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas.
-¿Cómo ganar influencia social que genere crecimiento cuantitativo?
-Tenemos que retomar la lucha de las ideas, no sólo aquí sino en todo el mundo, retomar las batallas en el terreno de la cultura porque desde la caída del Muro de Berlín, las izquierdas caímos en una especie de marasmo.
Tenemos que plantar en la conciencia de la gente una matriz de ideas que lleven a la convicción de que es posible disfrutar un mundo diferente a este.
Otro aspecto es volver a la defensa de los intereses de los trabajadores y otros sectores oprimidos.
Nos hemos concentrado en la lucha por cuestiones importantes, como la igualdad de género, la lucha por el medio ambiente, los derechos de la comunidad LGTB, pero no podemos sobreponer esas luchas a los intereses y los derechos de las clases trabajadoras.
Ese es uno de los motivos por lo que hemos perdido el apoyo de los trabajadores, en muchos países, siendo el caso más espectacular y reciente Estados Unidos donde los trabajadores votaron por Trump, que es su adversario de clase.
Otros dos aspectos clave del descenso de las izquierdas en nuestro país es que hemos sido buenos en las luchas sociales, comunitarias y populares, apoyando las luchas de los trabajadores, pero no hemos sido capaces de convertir el liderazgo construido en esas luchas en fuerza política, electoral.
Y descuidamos el trabajo electoral, que realizamos sólo en tiempo de campañas, por ejemplo, fueron elegidos los integrantes de la Junta Central Electoral y estuvimos fuera de ese proceso, igual que en la conformación de las juntas municipales.
Abandonar el pasado jurásico
-Tenemos que abandonar el pasado ideológico jurásico y conectarnos con las nuevas ideas que se corresponden con las circunstancias actuales, estamos obligados a insertarnos en las tecnologías de la comunicación y la información. La semana que viene el partido al que pertenezco dará apertura a una plataforma de radio y televisión digital, con transmisión permanente, programación de podcasts, llevando nuestras propuestas a las redes y usando otros recursos de la comunicación moderna.
“Es posible revertir la caída empezando por reconocerla, porque no se puede resolver un problema que no se reconoce”, afirma.
El Gobierno de Abinader
Lo ve con luces y sombras, luces en el combate a la corrupción y la impunidad, eso es muy importante y creo que aquí aún no han sido estudiadas a fondo las consecuencias de la corrupción y el deterioro profundo que ha causado en nuestra sociedad,
Pero pienso que Abinader ha mantenido los esquemas de otros gobiernos, favoreciendo a los mismos grupos empresariales, no ha habido una democratización del tejido empresarial, con una mayor participación de las micro, pequeñas y medianas empresas.
En esencia ha mantenido el mismo esquema de la propiedad económica, que sigue tan concentrada como en el pasado.
Los pecados del PLD
Creo que los gobiernos del PLD son los principales responsables de la derechización que se ha producido en la sociedad dominicana, y de esa sensación de derrota que existe en buena parte del pueblo.
Salazar atribuye pecados capitales a los gobiernos del PLD: La corrupción y la impunidad y un grave daño al proceso democrático, contraviniendo El Nuevo Camino con que se ofertaron.
Desacreditaron las instituciones, afectando los cimientos de la sociedad y el proceso democrático, pues no puede haber proceso democrático sin instituciones creíbles.
Llevaron a bolsillos particulares, a cuentas particulares, enormes capitales que pudieron ser invertidos en el incentivo a la producción nacional, a la industria, a los hospitales, a la educación, a la cultura en sentido general.
Y otro daño terrible cuyos efectos todavía se sienten fue a la moral colectiva. Implantaron la creencia, la práctica de que se puede hacer riqueza mal habida, que puedes erosionar el erario y no pasa nada.
Salazar es un convencido de que el desarrollo municipal fomenta poder popular, que también puede ser aprovechado por las izquierdas para recuperarse y crecer.
Y pone dos ejemplos, en su natal Sosúa fue secretario de un movimiento que casi gana las elecciones municipales quedando en segundo lugar y a sólo 13 votos de ganar el proceso.
Luego, en el sector político al que pertenezco, tuvo su mejor desempeño en 1990, con el MIUCA, que era un movimiento capitaleño, no era un movimiento nacional.
Virtudes Álvarez fue la candidata a diputada del MIUCA y 26 mil 625 ciudadanos marcaron la boleta. ¿Poco?, No, fue mucho, porque a nivel nacional luego no hemos podido obtener esa votación y la obtuvimos en esa ocasión en la capital. Entonces, yo creo que el municipalismo es básico, porque nos permite crear poder social, democracia y desarrollo desde la base de la sociedad de cada municipio.
-¿Qué le habría gustado ser, de no ser dirigente político?
-Me hubiera gustado ser profesor en el área de matemáticas en un liceo público. Pero me encontré con que las circunstancias me cambiaron el rumbo y he tenido que dedicarme totalmente a la política, sólo al activismo político. He trabajado en la región sur, viví cinco o seis años trabajando solamente políticas, organizando asociaciones campesinas, he trabajado en la región este y ahora estoy concentrado aquí en la capital por la responsabilidad que tengo.
Claro que en horas de descanso saco tiempo para cumplir una de mis pasiones que es ir al cine, con palomitas de maíz y todo un ritual que me relaja y encanta.
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