Edwin Jáquez expresó su agradecimiento a Dios y al público presente por el apoyo continuo (Foto: Fuente Externa)
EL NUEVO DIARIO, SANTIAGO.- Edwin Jáquez cautivó nuevamente al público el pasado domingo 20 de octubre con un concierto espectacular en la Sala Principal del Gran Teatro del Cibao, reafirmando su popularidad con entradas completamente agotadas.
Además del talento de Edwin Jáquez, el concierto contó con la participación de artistas invitados del ámbito local e internacional, como Alexis Corniel, Lucy Pérez, Samuel González, Luciano Alberto Genao y Estela del Sol, quienes ofrecieron presentaciones impactantes que conectaron profundamente con el público, que llegó de varias provincias del país y de Estados Unidos para disfrutar de esta presentación.
El evento también incluyó la intervención de ministerios de danza, que añadieron una dimensión visual y espiritual al concierto. Además, predicadores como Luis Miguel Almonte y Humberto Fernández compartieron breves pero poderosos mensajes de fe, inspirando a los presentes con palabras de esperanza y reflexión.
La combinación de música, danza y predicaciones breves convirtió el concierto en una verdadera celebración de la fe y adoración. Con temas emblemáticos como «Sea la Gloria”, «Por Regalarme la Vida» e «Historias”, Edwin Jáquez y sus invitados hicieron de la tarde una experiencia inolvidable, llena de momentos de profunda reflexión y alegría.
Jáquez, quien ha llevado su ministerio musical a diversos países y ha impactado audiencias en Europa, África y América, expresó su agradecimiento a Dios y al público presente por el apoyo continuo, según destaca un comunicado.
«Dios ha sido mi guía en cada paso, y ver esta sala llena de personas buscando su presencia es un sueño hecho realidad”, dijo emocionado al finalizar el concierto.
El éxito rotundo de este evento no solo reafirmó a Edwin Jáquez como uno de los grandes exponentes de la música cristiana, sino que también demuestra el poder transformador de la música para llevar un mensaje de amor, fe y esperanza. Sin duda, será recordado como uno de los momentos más significativos de su carrera.
El evento, que congregó a cientos de personas, estuvo marcado por un profundo ambiente de espiritualidad y alegría en la Sala Eduardo Brito, que tiene capacidad para 1,600 personas y estaba abarrotada de fieles seguidores.
Relacionado