Mookie Betts recorre las bases tras su cuadrangular ante los Padres.
EL NIEVO DIARIO, SAN DIEGO – Las cosas no siempre han sido bonitas para los Dodgers. En los últimos años, su relación con la postemporada ha sido complicada y ha estado llena de más decepciones que de recuerdos duraderos.
Pero cuando el miércoles los Dodgers se enfrentaron a la eliminación por tercera vez consecutiva en la Serie Divisional de la Liga Nacional, siguieron diciendo que las cosas serían diferentes esta vez. Estaban listos para finalmente contraatacar cuando se vieron acorralados contra la pared.
Tras evitar la eliminación con una victoria aplastante de 8-0 sobre los Padres en el Juego 4 de la NLDS en Petco Park para extender la serie al mejor de cinco a un juego de ganar o morir en casa en el Dodger Stadium el viernes, los Dodgers finalmente mostraron la pelea que todos estaban esperando.
Como su pitcheo abridor fue un problema para comenzar esta postemporada y no tenían una mejor opción para el juego del miércoles, los Dodgers se apoyaron en un juego de bullpen para salvar su temporada. Fue una decisión poco convencional, incluso en el juego de hoy, y especialmente para un club que tiene una de las nóminas más altas del béisbol.
Sin embargo, los Dodgers nunca se acobardaron ante la idea. En cambio, su bullpen respondió con una de las mejores actuaciones de pitcheo de la temporada. Un relevista a la vez, simplemente no permitieron que la temporada terminara.
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