Tropas israelís en el campamento de refugiados de Yenis, el 31 de agosto de 2024. Fuente externa.
EL NUEVO DIARIO, JERUSALÉN.- Israel continúa por sexto día consecutivo su incursión militar tanto en la ciudad como en el campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, lo que ha causado la muerte a al menos 18 palestinos, según fuentes médicas.
La última víctima mortal ha sido el joven Laith Marwan Shawanha, que perdió la vida en un ataque con dron israelí contra la localidad de Silat al Harithiya, al oeste de Yenín, informó hoy la agencia palestina de noticias Wafa.
La agencia denunció además la detención de dos jóvenes en la aldea de Deir Abu Daif, al este de Yenín, y de un tercero en Al Yamoun.
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Las fuerzas armadas israelíes, por su parte, aseguraron hoy en un comunicado haber atacado, en colaboración con la agencia interior de inteligencia (Shin Bet), una «célula terrorista» cuyos miembros lanzaron explosivos, sin dar más detalles.
Durante la jornada del domingo, el Ministerio de Sanidad anunció la llegada de dos cadáveres más al hospital de la ciudad, muertos por disparos del Ejército en la localidad de Kfar Dhan, al oeste de Yenín.
Funcionarios de la municipalidad anunciaron ayer que más del 70 % de las calles de la urbe han sido dañadas por las excavadoras israelíes, y que el agua ha sido cortada en todo el campamento, donde vive unas 14.000 personas, y en gran parte de la ciudad.
Los servicios de emergencias de la Media Luna Roja Palestina denunciaron hoy, de nuevo, que las tropas siguen impidiendo a sus ambulancias llegar hasta los heridos y enfermos, en particular el campamento de Yenín, y les acusaron de ataques directos.
«Las fuerzas de ocupación atacaron directamente las ambulancias de la asociación y abrieron fuego contra ellas impidiéndoles responder a las llamadas humanitarias, lo que provocó heridas a dos sanitarios y a un médico voluntario», dijo la organización en un comunicado.
Además del bloqueo a los centros médicos, también se han producido numerosas redadas en viviendas, con arrestos y, según fuentes palestinas, saqueos e interrogatorios en los que los residentes palestinos han denunciado «malos tratos».
La madrugada del miércoles, más de un centenar de uniformados, francotiradores, drones y blindados israelíes irrumpieron en Yenín, y también en las urbes y campamentos de Tubas y Tulkarem, con el fin de iniciar una operación «antiterrorista», en palabras del Ejército, apodada «Operación Campamentos de Verano».
Tras el ataque de Hamás del 7 octubre, el Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania ocupada y, desde entonces, han muerto más de 660 palestinos en incidentes violentos con Israel, entre ellos unos 150 menores, según un recuento de EFE con datos de Sanidad.
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