Jurickson Profar y su hijo Khairy Profar.
EL NUEVO DIARIO, SAN DIEGO — Jurickson Profar insiste en que no se trata de él. En lo absoluto.
Claro, hay un aspecto de cuento de hadas en el impulso de Profar para ser convocado al Juego de Estrellas por primera vez en su carrera de 11 años. Una vez considerado entre los mejores prospectos del deporte, el curazoleño nunca ascendió al estatus de estelar en siete temporadas en la organización de los Rangers después de su debut a los 19 años como un prodigio. Ahora como miembro de los Padres, querido tanto por sus compañeros de equipo como por los fanáticos, Profar está quizás a punto de alcanzar su primer Juego de Estrellas. ¿Y dónde se realizará? En Texas, por supuesto. Parece escrito, ¿verdad?
Pero nada de eso, dice Profar, es la razón por la que le gustaría jugar en el Clásico de Media Temporada el próximo mes, en medio de la mejor campaña de su carrera a los 31 años.
“No me importa lo individual”, dijo Profar. “Realmente no me importa. ¿Pero para mi hijo? Significaría todo”.
Khairy Profar nació en Dallas, Texas en el 2017. Es una presencia constante en los juegos de los Padres. Es un niño típico de seis años de edad obsesionado con el béisbol, según Profar. Excepto que el papá de Khairy es actualmente uno de los mejores bateadores del deporte: Encabeza la Liga Nacional en porcentaje de embasarse (.421) y se encuentra en el segundo lugar en la liga en promedio (.322).
“Uno de mis sueños desde que él nació fue estar en un Juego de Estrellas”, dijo Profar. “Le encanta el béisbol. Siempre ve el Festival de Jonrones mientras yo digo, ‘Nah, no quiero ver béisbol durante el receso del Juego de Estrellas’. Pero él quiere verlo. Siempre está hablando de béisbol. Por eso significaría mucho”.
Profar podría estar acercándose a esa meta. Major League Baseball dio a conocer sus boletas para el Juego de Estrellas el miércoles pasado, con Profar entre los nueve jugadores de los Padres incluidos. La votación ha comenzado y, basándonos únicamente en el rendimiento, Profar debe de ser un favorito para ser titular en los jardines de la Liga Nacional.
A Profar, una firma de bajo costo de los Padres en febrero, se le pidió esencialmente reemplazar al quisqueyano Juan José Soto en el bosque izquierdo de San Diego. ¿Y sabes qué? En realidad, lo ha hecho. De la nada, Profar ha sido el mejor jardinero del Viejo Circuito, juzgando por su WAR de 2.8, según FanGraphs. Su compañero de equipo, el dominicano Fernando Tatis Jr., ocupa el segundo lugar con un fWAR de 2.5.
En la historia de los Padres, apenas dos jugadores — Tony Gwynn (nueve veces) y Dave Winfield (una vez) — han sido jardineros titulares en el Juego de Estrellas. Tatis, cuya temporada ha sido inconsistente pero con un ascenso últimamente, podría tener sus propios argumentos para unirse a ese grupo en las próximas semanas. Tiene el peso de superestrella para aparecer en muchas boletas y está encendido.
Pero ante los ojos de Tatis, es Profar quien se ha ganado el honor antes que nadie.
«Totalmente lo merece, tan simple como eso», manifestó Tatis. «El muchacho ha sido uno de los mejores jugadores del deporte este año. Ha sido el mejor jugador de los Padres hasta ahora. Definitivamente, merece ser seleccionado para el Juego de Estrellas. El hombre ha trabajado duro y estoy contento por él».
Hubo un tiempo en que todo esto parecía inevitable. Muchos creían que Profar habría participado en un Juego de Estrellas mucho antes de su campaña a los 31 años. En la finca de los Rangers, se le consideraba uno de los mejores prospectos en todo el deporte. Pero Profar se vio entorpecido por una lesión en el hombro derecho que le costó todo el 2014. Con un infield abarrotado en Texas, Profar luchó por abrirse paso en las siguientes temporadas. Finalmente, lo logró en el 2018, cuando tuvo 35 dobles y 20 jonrones. Fue traspasado a Oakland ese invierno.
«En el 2018, fue el primer año que jugué una temporada completa», dijo Profar. «Tuve la oportunidad de jugar, conecté 20 jonrones… y luego me cambiaron. Entonces, los fanáticos allí realmente no pudieron ver lo mejor de mí».
El 16 de julio, quizás puedan hacerlo. Profar puede no haber cumplido con las inmensas expectativas en Texas. Pero aun así, se ganó un papel importante como utility. A principios de esta campaña, alcanzó los 10 años de servicio en Grandes Ligas.
Ahora cómodo en San Diego, Profar está en medio de su mejor temporada hasta la fecha. Con un enfoque paciente y un bateo hacia todas las bandas, ha sido una fuerza en el medio de la alineación de los Padres. Y el próximo mes, podría ser recompensado con una especie de regreso a “casa”.
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