La Organización Mundial del Turismo (OMT) entró en enero de este año en una nueva era con un nuevo nombre y una nueva marca: ONU Turismo. Con esta nueva marca, la Organización reafirma su estatus como el organismo especializado de las Naciones Unidas para el turismo y el líder mundial del turismo para el desarrollo, impulsando el cambio social y económico a fin de garantizar que “las personas y el planeta” sean el centro de la atención.
Durante las pasadas semanas hemos estado enfocando esta serie de artículos en el tema de la GESTIÓN DE DESTINOS TURÍSTICOS, como un aporte del Proyecto SAMANA, DESTINOS DEL FUTURO. Se explicó, en su momento, que la GESTIÓN DE DESTINOS es definida por ONU TURISMO como la gestión coordinada de todos los elementos que constituyen un destino turístico”. Se mencionó igualmente que la gestión de destinos adopta un enfoque estratégico para vincular estos elementos, en ocasiones muy dispares, para una mejor gestión del destino eficiente. Asimismo, se indicaba que una gestión conjunta puede ayudar a evitar el solapamiento de funciones y la duplicación de esfuerzos con respecto a la promoción, los servicios de visitantes, la formación, el apoyo empresarial y la identificación de lagunas de gestión que no están abordándose.
Se citaron igualmente algunas de las funciones de la GESTIÓN DE DESTINOS, entre las que destacaban el desarrollo de una estrategia coherente, la función de articulación social en torno a dicha estrategia, entre otras muchas.
La entidad de llevar a cabo esta GESTIÓN es lo que hemos denominado Organización de GESTIÓN DE DESTINOS o por sus siglas OGD, que citando de nuevo a ONU TURISMO, es «la principal entidad organizativa pudiendo formar parte de ella diversas autoridades, agentes y profesionales, y que facilita las alianzas dentro del sector turístico con miras a un proyecto colectivo para el destino».
En toda la serie de artículos escritos sobre este tema, se deja claro que las OGD se componen de una estructura superior o nivel estratégico compuesto por los representantes del sector público, privado y comunitario o sociedad civil del destino. Pero existe un segundo nivel, el de ejecución o implementación, que debe estar compuesto por un equipo técnico que impulse y logre acciones en aras de que se ejecuten los planes estratégicos.
Este equipo técnico debe ser multidisciplinario. Pero hay cuatro aspectos claramente definidos que deben ser partes de un perfil especializado:
1. Especialista en la planificación turística sostenible. En la actualidad, todo especialista en turismo debe conocer los criterios de sostenibilidad, resiliencia y regeneración, pero sobre todo los gestores de destinos que deben enfocar sus esfuerzos en mejorar el territorio desde una perspectiva integral que considere lo ambiental, lo social y lo económico.
2. El / la GESTOR (A) de destino debe tener una VISIÓN HOLÍSTICA del sistema turístico dentro del territorio. Tener capacidad analítica sobre los distintos niveles del territorio, espacial, ambiental, social y de la cadena de valor del turismo.
3. El/la GESTOR (A) debe ser capaz de crear sinergías, alianzas y articular a los actores para poder fortalecer los procesos de gobernanza turística.
4. El/la GESTOR (A) debe tener la capacidad de analizar los datos de un sistema de inteligencia de mercado que posibilite la obtención de datos y la definición de acciones en respuesta a las necesidades o retos que surjan.
Pero el o la GESTOR (a) deben ser profesionales, conocedores del sistema turístico, de la cadena de valor del destino y conocer sobre el ciclo de vida de los destinos para poder hacer planteamientos compatibles con la realidad del sector en el territorio. Asimismo, debe contar con la capacidad de organizar equipos de trabajo especializados y concretar planes de trabajo manejando indicadores, no sólo económicos, sino también de sostenibilidad, como se indicó anteriormente.
El seguimiento a las tendencias de mercado debe ser una parte importante de la disciplina de trabajo del GESTOR para poder proponer acciones de innovación que mantengan los niveles de competitividad acordes a los tiempos y expectativas de los turistas.
Debe ser este GESTOR DE DESTINOS una persona abierta y de fácil acceso por parte de los actores del destino turístico, de otro modo no le será posible armar un esquema de gobernanza participativa como manda la GESTIÓN DE DESTINOS del actual siglo.
Un GESTOR o GESTORA de un destino turístico debe contar con las características propias de un líder, señalando como ejemplo la capacidad de motivar a otros; la habilidad para trabajar en equipo; el arte de saber comunicar de forma eficaz y eficiente; contar con inteligencia emocional; la astucia para la resolución de problemas y conflictos; saber respetar a los demás sin distinción de rango, clase, o cualquier otro aspecto; enfoque estratégico, etc.
En la actualidad, el MITUR junto a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra está desarrollando un DIPLOMADO EN GESTIÓN DE DESTINOS, donde se están formando varios técnicos del Ministerio y del sector privado.
En nuestro país existen pocos profesionales con esta formación, por lo que hay que celebrar este importante paso del MITUR. Pero este diplomado no debe ser algo puntual, debe ser una formación continúa y fija de la academia por ser, esta especialidad, no solo una carrera de vanguardia sino una necesidad imperiosa en nuestros Polos.
Formarse como GESTOR DE DESTINOS abre nuevas oportunidades para los jóvenes dominicanos que decantaron su profesión por los maravillosos caminos del turismo. ¡Ánimo pues, futuros gestores!