Jue. Dic 19th, 2024

A partir de este viernes 09 de febrero, Infotur Dominicano estará publicando una serie de 12 artículos, uno cada viernes, que tratarán de forma exclusiva sobre el tema de la Gestión de Destinos Turísticos, gracias a la iniciativa que parte de un esfuerzo colectivo del Proyecto Samaná, “Destino de Futuro”, el Ministerio de Turismo (Mitur) y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)

Esta serie temática estará escrita por técnicos especializados en la materia que entienden la necesidad imperativa de llevar el concepto, de forma clara y llana, al sector turístico nacional.

Y es que vivimos una vorágine por el crecimiento y el número de llegadas de turistas, sin embargo, los grandes problemas de los polos, que vienen desde antaño, aún siguen por resolver.

Es importante que los destinos turísticos analicen todas y cada una de las aristas que se vinculan al desarrollo turístico para poder alcanzar, de forma satisfactoria, los objetivos que se persiguen con este sistema económico, pilar de nuestra economía. Por un lado, está el impacto económico que debería redundar en la mejora de la calidad de vida de las comunidades y la creación de mejor infraestructura así como la conservación de los recursos naturales y culturales; pero también en mejorar de forma continua la satisfacción de los visitantes a cada uno de los territorios turísticos nacionales.

Para lograr lo anterior hace falta una gestión, deben analizarse los procesos y tomar acción para prevenir y paliar los retos que iremos viendo.

¿Pero qué es la Gestión de Destinos?. Según la Organización Mundial del Turismo (Hoy Turismo ONU), referente mundial del sistema turístico, indica lo siguiente: “La gestión de destinos consiste en la gestión coordinada de todos los elementos que constituyen un destino turístico. La gestión de destinos adopta un enfoque estratégico para vincular estos elementos, en ocasiones muy dispares, para una mejor gestión del destino. Una gestión conjunta puede ayudar a evitar el solapamiento de funciones y la duplicación de esfuerzos con respecto a la promoción, los servicios de visitantes, la formación, el apoyo empresarial y la identificación de lagunas de gestión que no están abordándose”.

Vamos por partes analizando este enfoque. Por lo pronto se indica que “se trata de la gestión coordinada de todos los elementos que constituyen un destino turístico”. Como todos sabemos la cadena de valor y sus diversos eslabones en la actividad turística, es amplia. Vincula el sector agropecuario, el energético, el industrial, el tecnológico (sobre todo cuando se habla de destinos inteligentes), entre otros sectores que representan al sector privado. Pero luego está el sector público, debiendo apuntar la existencia de la estructura central y el gobierno local que, deberían actuar de forma coordinada, siguiendo las directrices de una estrategia de desarrollo turístico y un plan de ordenamiento integral del territorio que defina los usos y vocación del suelo en cada destino turístico. Por otro lado está la comunidad residente, que debe verse beneficiada de esta dinámica económica que, normalmente acompaña al turismo, mejorando su calidad de vida y abriendo oportunidades para el desarrollo humano del destino.

Esta coordinación a la que hace referencia la OMT, considerando estos tres sectores que interactúan en un destino turístico. Esta no es tarea fácil, se requiere de un entendimiento holístico de todas las artistas de un territorio turístico: infraestructuras, áreas de conservación, atractivos naturales y culturales, estructura turística, entre otros.

La falta de este entendimiento integral puede llevar a que los destinos, en su curva o ciclo de desarrollo alcancen hitos de colapso que los obliguen a una reingeniería o a reinventarse, lo que conlleva volver a invertir en posicionamiento.

La Gestión de Destinos Turísticos es un concepto fundamental en la actualidad. Muchos países, a nivel global, están apostando por estos esquemas operativos en sus destinos que los lleven a mejorar su desempeño, a ser más sostenibles y resilientes, pero sobre todo a competir hoy y en el futuro. Las Unidades u Organizaciones de Gestión de Destinos tienen ya muchos años operando en Europa (Alemania, Francia, España, Inglaterra, entre otras naciones), en América Latina y Norteamérica, en Asia, etc.

En la República Dominicana, en el 2024, seguimos “manoseando” el concepto, sobre todo a nivel público. El gobierno, a través del MITUR está tratando de impulsar y promover la Gestión de Destinos a través de sus oficinas de promoción en el territorio, creando las capacidades necesarias en su personal para lograrlo. Por su parte, el sector privado que, desde hace años, ha tenido acceso al concepto, ha trabajado en impulsar procesos de gestión; algunos de estos clústeres han adoptado una visión de gobernanza un poco más abierta y participativa, pero en general, se quedan anquilosados en núcleos empresariales que no asumen la rotación como una línea sana y recomendada para el fortalecimiento de estas organizaciones, que no son más que mesas de diálogo que mesas público-privadas – comunitarias en cada territorio.

Estas dos fórmulas cuentan con sesgos que deben irse salvando progresivamente. Debe llegarse a un entente entre los sectores público-privado-comunitario, para diseñar estructuras técnicas de gestión turística en los polos dominicanos, que garantice la apertura, la tecnificación y profesionalización del equipo gestor, la gobernanza participativa y sobre todo la garantía de apoyo económico de las partes para permitirse un destino contar con un equipo multidisciplinar, apolítico y capaz para la gestión de un territorio.

 

 

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