Tomás Hungría, experto hotelero de hace muchos años, analiza en un artículo titulado “Santo Domingo necesita turistas, no visitantes”, sobre la necesidad de incrementar y fortalecer la llegada de turistas a la capital dominicana, más allá de la llegada de visitantes en cruceros
A continuación el artículo de Tomás Hungría, compartido gentilmente con Infotur Dominicano:
En los últimos años, nuestras autoridades nacionales de Turismo han hecho mucho énfasis en la meta de 10 millones de visitantes como un hito importante para la actividad turística de República Dominicana.
Justo en esta semana se acaba de lograr por primera vez en la historia la meta de 10 millones de visitantes, lo cual, sin lugar a duda, constituye un hecho importante en las estadísticas que contabilizan nuestras instituciones como el Ministerio de Turismo y el Banco Central en materia de turismo.
Sin embargo, hay que aclarar que no se trata de haber logrado 10 millones de turistas en el año 2023, sino de visitantes al país, ya que dentro de esos 10 millones se están contando a los pasajeros de los barcos cruceros, que no son turistas, sino simples visitantes que por algunas horas llegan a los puertos del país y que quizás circulan por algunas calles de algunas ciudades costeras.
Turista, por definición, es una persona que viaja hacia un determinado sitio, generalmente lejano y de forma temporal, para realizar actividades turísticas. Estas actividades pueden ser de carácter recreativo, cultural, médico, gastronómico, científico, ecológico, arqueológico, religioso.
Turista es un visitante que pernocta, es decir, que incluye una pernoctación de varias noches en el destino que visita. El visitante que no pernocta no es un turista, sino un excursionista que pasa algunas horas en un lugar. El pasajero de crucero no se propone venir a la ciudad; lo traen como parte de una ruta.
Santo Domingo, nuestra querida capital, consta en la actualidad de una importante planta hotelera, conformada por hoteles de diferentes categorías y tarifas, que están ávidos de turistas, no de visitantes.
Hace muchos años los principales hoteles de Santo Domingo, como el Jaragua, el Sheraton, el Quinto Centenario y el Santo Domingo estaban en el Malecón de Santo Domingo o Av. George Washington, con algunas excepciones como el Hotel Embajador en la Av. Sarasota, el Hotel Dominican Fiesta en Los Cacicazgos y el Hotel Nicolas de Ovando en la Ciudad Colonial.
Años más tarde, la hotelería capitaleña se extendió hacia el denominado Polígono Central o Distrito Financiero de la capital, surgiendo nuevos establecimientos en las avenidas Winston Churchill, Abraham Lincoln y Tiradentes, entre otras.
Y con la expansión de los hoteles más allá del Malecón, llegaron también las franquicias extranjeras, especialmente norteamericanas, dando lugar a que hoy en día la ciudad de Santo Domingo albergue hoteles de las famosas marcas Marriott, Hilton, Intercontinental, Renaissance, Crown Plaza, Sheraton, Embassy Suites, Homewood Suites, Courtyard, Holiday Inn, Radisson y otros.
Toda esa importante planta hotelera de la capital necesita recibir turistas, que pernocten varias noches y que salgan a disfrutar los establecimientos gastronómicos, culturales, históricos, deportivos, médicos y religiosos de nuestra gran ciudad.
Los pasajeros de cruceros, los visitantes a quienes traen al Puerto Sans Souci y a la Terminal Don Diego, son importantes pues muchos de ellos pasan varias horas caminando por las calles de la Ciudad Colonial y gastan cierta cantidad de dinero en la adquisición de bienes y servicios, antes de regresar a sus barcos y marcharse para siempre.
La ciudad de Santo Domingo necesita turistas, no visitantes. Turistas que vengan desde las islas del Caribe, desde Latinoamérica, América del Norte y Europa, a pasar una o dos semanas en la capital, recorriendo, conociendo y disfrutando día y noche, la hospitalidad del dominicano y la calidad de nuestra gastronomía, nuestro arte, nuestra cultura y nuestro comercio.
Mientras el Ministerio de Turismo trabaja para promocionar y vender todos los destinos turísticos del país, los de playa, los de montaña y los urbanos, corresponde al Ayuntamiento del Distrito Nacional el promover y vender a la ciudad de Santo Domingo, la primada de América, la más importante del Caribe.