Vie. Nov 22nd, 2024

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El inicialista de los Tigres del Licey, Ramón Hernández, ha demostrado que puede ser el mayor fanático de sus compañeros de equipo, mostrando su apoyo a los demás jugadores en cada turno al bate, impregnando su corazón en cada jugada.

Su espíritu se basa en sentir que cada pelotero que viste la camiseta azul lo representa y que su energía va a llegar para que puedan dar lo mejor de sí en el terreno.

“Mi actitud se debe a que yo controlo lo que puedo controlar y siempre deseo lo mejor para todos mis compañeros. Concentro mi energía en ellos, cada vez que están ahí yo presiento que van a hacer lo mejor como si fuera yo que estuviera bateando”, comentó Hernández.

“Cuando dan un cuadrangular siento que fui yo que lo di, porque así es el deporte. Cuando tú estás ahí, tus compañeros te devuelven el mismo amor que tú les brindas”, agregó.

Asimismo, el inicialista manifiesta que ha adquirido esa mentalidad de su padre, quien lo ha instruido de la mejor manera: “Desde pequeño, mi papá me ha enseñado que el sol sale para todos. Que si yo no estoy brillando no significa que me está yendo mal, porque si mis compañeros brillan, yo también”.

El bateador derecho afirma que la armonía en el clubhouse se mantiene intacta y que los jugadores del equipo azul se tratan como una familia. Además, dice que continúan con la actitud positiva sin importar quién sea el rival.

En el electrizante partido de este pasado martes, cuando los Tigres vencieron a las Águilas Cibaeñas siete carreras por seis, Hernández se mantuvo levantando los ánimos de los jugadores azules desde el dugout.

“Nosotros somos los mejores y tenemos que creerlo. Fuimos nosotros quienes ganamos el campeonato”.

Ramón Hernández pertenece a los Tigres del Licey desde 2017, cuando fue escogido por los azules en la segunda ronda del Draft de



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