EL NUEVO DIARIO, BEIRUT.- El grupo chií libanés Hizbulá ha asegurado que este lunes lanzó ocho ataques contra el norte de Israel, al menos dos de ellos con potentes misiles balísticos ‘Burkan’ y otro más con drones de combate, mientras continúa recrudeciéndose la violencia en la frontera entre ambas naciones.
La formación armada lanzó esta mañana «dos misiles de alto calibre ‘Burkan’» contra el cuartel que sirve de centro de mando a la División 91 del Ejército israelí, volviendo a atacar las mismas instalaciones con otros dos proyectiles del mismo tipo apenas 20 minutos más tarde, según una serie de comunicados emitidos por Hizbulá.
Otra de las acciones de mayor envergadura perpetradas este lunes tuvo lugar contra puntos de congregación para soldados israelíes también el norte de ese país y que fueron atacados por tres aviones no tripulados «de combate» enviados a la zona de forma simultánea.
Además, el grupo chií reivindicó otros cinco ataques que tuvieron como objetivo posiciones militares y grupos de soldados, entre los que destaca una operación mixta con misiles y artillería dirigida contra «una concentración de infantería» congregada en el denominado Triángulo Tahit, de acuerdo con las notas.
Por su parte, el Estado judío atacó hoy infraestructura perteneciente a Hizbulá con un caza, un helicóptero de combate y tanques, además de lanzar al menos otro ataque aéreo contra diferentes objetivos del movimiento libanés, según confirmaron las propias fuerzas israelíes.
Según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN), a lo largo de la jornada la nación vecina lanzó acciones de diferentes tipos contra varios puntos del sur, incluida una con dron que afectó a una vivienda con ocupantes sin que se registraran bajas.
Desde el pasado 8 de octubre, la formación chií e Israel están enzarzados en ataques cruzados que han ido ganando intensidad gradualmente hasta prolongarse durante la mayor parte del día, además de conllevar el empleo de armas cada más contundentes.
Solo del lado libanés, la violencia fronteriza deja ya más de 26.000 desplazados internos, decenas de muertos y cerca de 300 heridos entre miedos a que el país mediterráneo se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza.