A través de los años, estas cualidades le han merecido el cariño y admiración de muchos en su natal República Dominicana, Latinoamérica y, especialmente, aquí en Puerto Rico. Lugar al que considera su otro hogar y desde donde saltó a la fama internacional, para la década del 70.
Como parte de su trayectoria en el mundo del espectáculo, la cantante, actriz y presentadora de televisión tiene a su haber 17 discos exitosos, actuar en el Madison Square Garden y Carnegie Hall, protagonizar películas y teleseries, y haber sido galardonada con el John Foster Peabody Award.
Charytín cuenta con más de cinco décadas de quehacer artístico y se ha convertido en una figura transgeneracional, con un séquito de admiradores de todas las edades y más de 400 mil y 700 mil seguidores en sus cuentas de Instagram y Facebook, respectivamente.
Todos estos logros en su carrera, sin duda, hacen honor a su popular expresión “El tiempo pasa… ¡pero yo no!”, que ahora también da nombre a su libro autobiográfico, que estrenó en septiembre pasado.
De este nuevo emprendimiento, el secreto de su eterna juventud, planes futuros y más, la Rubia de América conversó con Bienestar Total.
Icónica frase que trasciende…
Además de ser la frase que solía repetir, “El tiempo pasa… ¡pero yo no!” se convirtió en un libro autobiográfico en el que Charytín abre las puertas de su vida privada y profesional, para compartir con su público a través de relatos plagados de recuerdos, aciertos, errores y grandes pérdidas.
En este libro —publicado por la casa editorial Harpers Collins— Charytín confiesa dolorosos secretos de familia y habla sobre su matrimonio con el boricua Elin Ortiz, a quien describe como el amor de su vida y con quien procreó tres talentosos hijos: Shalim, Sharinna y Alexander. También aborda su cercana relación con grandes estrellas del espectáculo y sus rivalidades.
“Me habían hablado de hacerlo hace seis años, pero entonces estaba mi esposo muy enfermo y no podía estar pendiente de hacer un libro. Luego, se me acerco la editorial Harper Collins. Al principio dudé, pero sabía que el día que se escribiera sobre mi vida debía ser muy distinto, por eso decidí hacerlo yo. Me tomó mucho tiempo porque fue muy fuerte. Escribir sobre la vida es mucho más duro que vivirla. Gracias a Dios pude terminarlo, pero fíjate que no era en aquel momento, era en este”, expresó la también jurado de “Tu Cara Me Suena”, de Univisión, sobre el proyecto que le tomó cerca de un año de trabajo.
La galardonada presentadora de televisión, explicó que el nombre viene de una frase que “aunque podría sonar un poco pedántica”, es reflejo de cómo sigue trabajando y rompiendo los esquemas del tiempo.
Dice que el libro recoge partes importantes de su vida, no todas, sino las que fueron saliendo de su corazón mientras estaba escribiendo.
“Las cosas que se me olvidaron son porque no tenían que estar en el libro. Ahí plasmé lo que la vida me fue recordando día a día, escribiendo sin forzarme. Hay anécdotas duras y en ocasiones decía ¡Ahora no!, lo hago en otro momento. Fue mi hija la que más influyó en que continuara. Insistía en que ese era mi legado y que no importa si las historias eran muy tristes, la gente no me iba a dejar de querer por eso… Hay anécdotas duras que la gente ni imagina que esa era mi vida. Muchos conocen de mí nada más lo que presenta la televisión, una mujer casada con tres hijos y Charytín y ya”, abundó.
Pero a pesar de haber desmaquillado su alma para plasmar sus memorias, de forma brutalmente honesta, la talentosa dominicana se siente muy orgullosa de compartir la pieza literaria con sus fanáticos, en particular con la Isla del Encanto.
“Puerto Rico es un lugar donde llegué muy jovencita y me casé con Don Elin. Me preguntaba cómo me irá aquí, pero los puertorriqueños siempre me acogieron con un cariño tan grande que estoy muy emocionada de compartir este proyecto con un pueblo que me quiere”, agregó con la emoción y energía que la caracteriza.
Aprovechamos para preguntarle, ¿Cuál es el secreto para mantener esa energía y vibra optimista a través de los años?
“Siempre he tenido esa energía. Desde muy pequeña, cada cosa que voy hacer me produce mucha emoción. Es algo que nunca se me ha quitado. Pienso que es el asombro de la vida y si perdemos todo eso, perdemos muchas cosas. En la vida hay que estar embullado hasta el último día, porque si estamos vivos tenemos que agradecerlo a Dios”, agregó la artista de 73 años.
Prioriza en su salud
La mujer del Show de Charytín y Escándalo TV, atribuye el secreto de su eterna juventud a su conciencia de amor propio y los cuidados a su salud.
“El tema salud para mí siempre ha sido importante. Desde los 14 años comencé en el gimnasio y nunca he podido parar. Hago ejercicios entre cinco y seis veces a la semana.
Específicamente pesas, porque a mí el cardio me rebaja demasiado. También, me preocupo de comer bajo en sal y estar bien hidratada. Son detalles que aplico en mi vida para estar en buena salud como —gracias a Dios— la tengo hasta ahora. Creo mucho en eso”, compartió.
Pero, así como tiene sus secretos para cuidar la figura y estar en salud, la también orgullosa abuela de gemelos —hijos de Shalim— tiene otros trucos de belleza que la mantienen “buenamoza”, como ella misma afirma.
“La gente ve mi carita que —aunque con más añitos y el pelo un poco más rubio— sigue más o menos igual, y es porque creo en hacer algunas cositas (estéticas), pero nada drástico. Nunca quiero que me vean pasar y digan ¿Quién es ella? Como si estuviera irreconocible. Para mí lo más importante —además de hidratarse— es mantener una buena alimentación y no tomar sol.
El agua mantiene la piel maravillosa y libre de marcas”, agregó quien confiesa tener una fijación por las cremas, que heredó de su madre María del Rosario.
“Desde muy niña me fijaba en mi mamá. Se cuidaba tanto que cuando murió, con más de 90 años, parecía de 70. Siempre engañó al tiempo. A parte de la energía, tenía una piel impecable porque siempre se preocupaba de quitarse el maquillaje. De ella aprendí que nunca debo irme a la cama con maquillaje, aunque llegue de trabajar a las 5:00 de la mañana. Me preocupo mucho de verme bien, de mi salud y mi piel. Para mí es muy importante porque vivo de la televisión y tengo un público al que me debo, y me gusta que me vean bien, así que me he sacrificado”, precisó.
Como todo en la vida se trata de balance, Charytín tiene sus días de travesura, para darse gustitos como sancocho, camarones, tostones y arroz.
“Cuando llego a Puerto Rico, ahí sí que como de todo y engordo fácil. Generalmente mantengo un nivel de alimentación bueno para poderme mantener saludable. Mi vida no es normal, porque vivo entre maletas y aviones, pero todo en orden”, sostuvo quien en su poco tiempo libre procura mantenerse en contacto con su familia, salir a caminar con su hija —radicada en Nueva York—, pasar tiempo con su perrita, poner la casa en orden y leer.
Con muchos sueños y proyectos
Tras 50 años en el negocio del entretenimiento, Chary no está lista para apartarse de su público. Así que, al abordarle sobre sus proyectos futuros manifestó que “siempre faltan cosas por hacer”.
“Hasta hace tres años no había hecho ningún musical. Fue en Broche de Oro, en Puerto Rico, que tuve esa oportunidad. Entonces siempre hay sueños por cumplir. Algo que me gustaría es tener mi programa tipo ‘talk show’, para hablar con la gente, manteniendo mi sentido del humor, pero presentando realidades de los invitados.
Igualmente, la experiencia de escribir fue muy bella y no querría perderla nunca. De hecho, tengo otra idea para escribir otro libro que confío comenzaré a trabajarlo este mes (marzo). Estas son diferentes cositas que ya están sobre la mesa, por eso las puedo decir”, afirmó.