Por: Jorge Lemus, Vicepresidente Sénior, Gerente General de Visa para el Caribe y Centro América
Años atrás cuando apenas iniciaban las conversaciones con bancos centrales y autoridades de transporte masivo en varios países del Caribe y Centro América, pensar que los ciudadanos podrían llegar a pagar sus pasajes de tren, metro o bus con credenciales digitales Visa, parecía una idea muy lejana, casi utópica. Sin embargo, fantaseábamos con poder llevarlo a la realidad, y junto a gerentes locales, estrategas globales y expertos de área regionales de Visa, trabajamos con gran persistencia, porque creíamos en el proyecto y lo que esto significaría para los países de ambas regiones.
Desde una perspectiva social, además de una pandemia, muchas cosas importantes sucedieron en el camino que contribuyeron a la materialización de esta visión. Por ejemplo, que los niveles de penetración del uso de pagos contactless llegaran a porcentajes tan importantes como el 80% en Costa Rica, 75% en Guatemala. También fue crucial, que los ciudadanos empezaran a usar con mayor frecuencia credenciales de débito y prepago para compras de bajo monto, pues esto supone una mayor confianza en el uso de pagos electrónicos, adicionales al crédito, para compras presenciales y virtuales. Actividades como ordenar a domicilio, pagar los servicios o impuestos con tan sólo un clic, sin necesidad de movilizarse a las oficinas de gobierno o hacer largas filas, también ayudaron a generar un cambio conductual que, eventualmente, llevó a las personas a sentirse más cómodas al usar tarjetas u otras credenciales digitales para pagar sus pasajes de transporte masivo, simplificando así su cotidianidad y usando menos el efectivo.
Desde el punto de vista de industria, la transformación en la movilidad urbana ha involucrado un gran esfuerzo colaborativo para que todo esté sucediendo. Para que un pasajero pueda ahora pagar el bus, el tren o el metro, con tan sólo dar un toque sobre un validador, unimos fuerzas con el gobierno, empresas privadas, operadores de transporte público o privado, y proveedores de tecnología para promover la aceptación de pagos digitales. Gracias a esta colaboración, Visa ha contribuido a la transformación de la experiencia de cientos de miles de pasajeros en República Dominicana, Guatemala y Costa Rica, pero sobre todo con un plan robusto para incorporar la tecnología Visa en más países de la región en corto, mediano y largo plazo. Muy buenos han sido los resultados.
En la República Dominicana, por su parte, ya el sistema de buses en los últimos 18 meses ha habilitado las rutas 27 de febrero, Núñez de Cáceres, Winston Churchill, Abraham Lincoln y Charles de Gaulle, generando un nuevo comportamiento en el uso de pagos sin contacto al pagar el bus entre los usuarios y haciendo más eficiente la operación del sistema de transporte masivo en la Isla.
En Guatemala, a poco menos de un año del lanzamiento para pagar el Transmetro, un 88% del total de las transacciones de pagos sin contacto realizadas durante mayo 2021 y marzo 2022 fueron con credenciales Visa*. Más de 1.3 millones de viajes en el Transmetro, se han realizado pagando con credenciales bancarias sin contacto durante el mismo periodo. Esto también crea un impacto positivo sobre las ventas para las MiPyMEs que se encuentran ubicadas cercanas a la ruta del Transmetro, permitiendo más oportunidades para el uso de los pagos sin contacto en el país.
En Costa Rica, los ciudadanos ya pueden pagar el tren y el bus con credenciales digitales Visa, lo cual celebramos gratamente, con todo el trabajo realizado junto al Banco Central de Costa Rica, quien lideró este esfuerzo y creyó en la experiencia e implementaciones que Visa ya ha hecho en más de 550 ciudades, grandes y pequeñas, de todo el mundo para habilitar pagos sin contacto con credenciales de débito, crédito y prepago en sistemas de transporte masivo.
Sin embargo, más allá de todas estas activaciones, reconocemos que el papel de la industria del transporte en la inclusión financiera tiene tanto que ver con la estructura del sistema de pagos como con el costo de los pasajes. Los sistemas de pagos digitales accediendo a redes de transporte puede darles a las personas sub o no bancarizadas una puerta de entrada a servicios financieros más amplios. Para el Comité de Pagos e Infraestructura de Mercados del Banco Mundial, “la inclusión financiera comienza con los pagos y sirven como puerta de entrada a otros servicios, tales como ahorro, crédito y seguros”.
A medida que Visa se convierte en una compañera de viaje para los usuarios del sistema de transporte masivo, nosotros vamos abriendo más espacios en lo que significa la evolución de ciudades más inteligentes, otra utopía, que pensamos ya estamos contribuyendo a hacerla realidad.